El REALISMO MÁGICO es una corriente literaria de mediados del siglo XX en la cual se narran hechos insólitos, fantásticos e irracionales en un contexto realista.
El término fue creado en 1925 por el crítico de arte e historiador alemán Franz Roh en su libro "Postexpresionismo: los problemas de la nueva pintura europea", para describir un movimiento pictórico que añadía aspectos mágicos a la realidad.
Más adelante, Arturo Uslar Pietri usó el término para referirse a una nueva tendencia en la literatura hispanoamericana en la que la realidad convive con la fantasía.
Surgió entre 1930 y 1940, y llegó a su apogeo en las décadas de 1960 y 1970.
En las novelas y cuentos mágico-realistas, el narrador presenta hechos improbables, oníricos (pertenecientes a los sueños) e ilógicos de manera natural, sin asombrarse por ellos ni darle al lector una explicación, como si pertenecieran a la realidad.
En el realismo mágico se aprecia la influencia del psicoanálisis y del surrealismo europeo, que hablan de la importancia de los sueños, el inconsciente y el irracionalismo. También hay una fuerte influencia de las culturas indígenas precolombinas y su tradición de leyendas y mitos en los que se producen hechos fantásticos.
Este movimiento surge luego de la época de auge del realismo, el regionalismo, el indigenismo y la literatura de protesta, aunque en las obras del realismo mágico se perciben algunas características de estas tendencias.
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